martes, 17 de marzo de 2015

Punkapocalyptic, bienvenidos al Páramo






“Cuando el petróleo y el agua empezaron a escasear, y las crisis económicas se sucedieron una tras otra, las guerras asolaron el mundo. Hubo disturbios, atentados, revueltas y matanzas.

Fué entonces cuándo los gobiernos y las grandes corporaciones se dieron cuenta de que el problema no era El Sistema, si no que había demasiada gente en El Sistema. Comenzaron el proyecto Babylon, siete enormes ciudades amuralladas, en las que se refugiarían el 5% de la población mundial, la suficiente para mantener su economía y nivel de vida. Dentro de las murallas, la sociedad del consumo siguió disfrutando de la mejor comida, ropa, ocio y la más avanzada tecnología. Rodeando estas ciudades, kilómetros de minas, torretas automatizadas, y todo lo que la tecnología militar ofrece para mantener ale­jado al resto del mundo. Fuera de las Megalópolis todo es el Páramo, donde las enfermedades, el hambre, la contaminación, y las luchas por los pocos recursos han dejado al grueso de la población mundial diezmada. Las antiguas ciudades están totalmente destruidas, la naturaleza arrasada.

En la actualidad, la mayor parte de la humanidad vive en un mundo destrozado, donde las balas, la gasolina, los despojos de las Megalópolis y la fuerza bruta son la única moneda de cambio. Ante la escasez de fuentes de energía y medios para crear cualquier cosa, la tecnología se ha visto reducida a los instrumentos más básicos, reciclando todos los restos que pueden encontrar de tiempos mejores o lo que las élites tras los muros desecha. Las ruinas de las antiguas ciudades y pequeños asentamientos fortificados concentran pequeñas comunidades que intentan salir adelante, mientras innumerables bandas de pandilleros recorren el Páramo buscando recursos o haciéndose con ellos por la fuerza, engendros mutados ha­bitan zonas donde nadie cuerdo querría estar, extravagantes individuos se especializan en reciclar restos de tecnología, o proliferan cultos a dioses de lo más variopinto.”



Así nos introducen los chicos de Bad Roll Games en el universo de su juego Punkapocalyptic. Si has jugado a Fallout y te encantó el desafío de viajar por el Yermo, si disfrutaste con las novelas o los videojuegos de Metro 2033 explorando los túneles del metro poblados por enigmáticos personajes y usando cartuchos como moneda de cambio o eres fan de las películas de Mad Max, este juego te va a encantar. Punkapocalyptic  recoge la esencia de las mejores producciones de ambientación postapocalíptica y las aúna para crear un universo de juego, que si bien no rebosa originalidad, si que es capaz de copar las mayores expectativas del amante de las historias ambientadas en la caída de la civilización moderna. El universo de juego ofrece todos los alicientes del género, el despliegue de un vasto mundo devastado y sombrío, arrasados por antiguas guerras, poblado por supervivientes estrambóticos y todo un ecosistema hostil a la vida humana, la leyenda de la caída de la civilización y de la existencia de ciudades civilizadas que aún perduran y un sinfín de misterios de un mundo pasado que ha sembrado de restos de su antigua grandeza la tierra arrasada en la que sobreviven los personajes.



El sistema de juego se basa en el uso del dado de 10 caras y las tiradas enfrentadas. Como hemos visto en otros juegos, normalmente los personajes suman sus valores de características y equipamiento a la tirada de un dado de 10 para comparar resultados con los adversarios o eventos que les afectan. El que obtenga el mejor resultado, es el que gana la tirada. También existen las tiradas de atributo, en las que hay que obtener menos de la cantidad dada en un determinado atributo más la suma de modificadores correspondientes, de haberlos (por ejemplo, si un personaje tiene agilidad 5 y un +2 de modificador por la acción que quiere realizar, para superar su tirada debe obtener un 7 o menos en un d10).

 Un sistema en esencia sencillo, aunque con bastantes variables que modifican las tiradas, lo que en un principio nos obligará a consultar nuestras hojas de referencia con cierta frecuencia. Pero dado que el juego está basado en enfrentamientos de bandas reducidas de miniaturas, una vez dominado el sistema no supone ninguna dificultad y ofrece muchas posibilidades de acción cinemática (trepar, saltar, interactuar, cubrirse, etc…). 


La acción se divide en Turnos de Juego, en las que os jugadores activan sus miniaturas por orden de agilidad, de mayor a menor. Cada turno se divide en diferentes rondas de agilidad, en las que irán actuando todas las miniaturas con la agilidad correspondiente (por ejemplo, primero todas las que tengan agilidad 4, luego la que tengan 3 y así sucesivamente hasta que todas las miniaturas hayan sido activadas). Si hay varias miniaturas en ambos bandos con el mismo valor de agilidad, los jugadores tiran un dado de 10 y el que obtenga el mayor resultado, elige si activa primer o se lo permite a su adversario. Esta operación habría que repetirla si hay miniaturas con los mismos valores en otras rondas de agilidad.

Una vez se establece la primera miniatura que actúa en la ronda de agilidad, esta inicia su turno de acciones. Cada personaje tiene un número de acciones determinado (generalmente dos), que puede invertir en acciones básicas, como mover, disparar, atacar, trepar, etc…

Tanto los ataques a distancia como los ataques cuerpo a cuerpo se resuelven mediante tiradas de d10, los ataques a distancia se realizan mediante tiradas del atributo PRECISIÓN a las que habría que aplicar modificadores por arma utilizada (alcance, características especiales, etc).  Una vez impactado al objetivo, el daño se determina mediante una tirada enfrentada de la fuerza del arma contra la dureza del objetivo. Esta tirada se verá modificada por los valores de penetración del arma y blindaje del objetivo (cobertura, etc).

En combate cuerpo a cuerpo, la tirada para impactar será enfrentada con el atributo de combate del rival y se verá modificada por el uso de armas y otras habilidades especiales. La tirada para herir sigue la misma mecánica que en los disparos.



Las bandas se organizan de una forma muy sencilla, cada tramo de 100 puntos nos permitirá añadir un máximo de 3 miniaturas, siendo las partidas estándar de unos 500 puntos.  

Todo este sistema está al servicio de los escenarios. La mayor parte de ellos se basan en la consecución de objetivos o eliminación de tropas, hasta aquí todo habitual (buscar suministros, eliminar cierto número de contrincantes, explorar una zona, etc). Lo curioso son los objetivos en sí, por ejemplo, en el escenario LA CAZA, los jugadores deben cazar a unos extraños roedores cuya piel es muy apreciada en el páramo, los cuales están representados por marcadores que van moviéndose aleatoriamente por el terreno de juego, por lo que la imagen de curtidos y endurecidos pandilleros y mutantes persiguiendo conejos  resulta bastante cómica.  




Finalmente tenemos las bandas. De momento solo existen dos, los Pandilleros y los Mutardos, pero el trasfondo deja claro que este mundo está poblado por un montón de facciones (los Chatarreros son otra facción de próxima aparición), algunas tan misteriosas como las fuerzas de la Brújula. Sobre las dos facciones, poco que decir, la primera está compuesta por supervivientes humanos endurecidos y violentos que sobreviven prestando sus servicios como mercenarios o “seguridad” a los pequeños asentamientos, o asaltando a los desaprensivos que se atreven a viajar sin protección a través del Páramo. Los segundos son las desgraciadas y peligrosas criaturas que han sufrido los estragos del medio ambiente hostil en que se ha convertido su mundo, dotándoles de horripilantes e increíbles habilidades; repudiados por lo que son, se agrupan para protegerse de la caza a la que les someten los humanos.




Y esto es todo, solo una breve introducción a un juego que recuerda a grandes hitos del género en el mundillo de las miniaturas, como Necromunda, pero con un sistema de juego más acorde con los tiempos actuales, un trasfondo si bien no my original, sólido y con muchas posibilidades y un diseño de miniaturas de una calidad excelente.

Como nota final, los propios creadores invitan a jugar a su juego con miniaturas de otras marcas (incluso en torneos oficiales) pero viendo las fantásticas miniaturas que han desarrollado expresamente para su juego… si eres amante del género, sin duda vas a querer usarlas en tus partidas de Punkapocalyptic ;)

Os dejamos el enlace a la página de Bad Roll Games, donde podréis descargaros el reglametno y el material adicional necesario para jugar. 

Si os atrevéis a internaros en el yermo, no olvidéis llevar balas. Eso si, dejad algnas a parte, a veces es más importante llevarlas en el bolsillo que preparadas en el cargador de tu arma de fuego ;)

Podéis encontrar todo el material de este juego en nuestra tienda online 
http://www.mirmidonia.com/listado.aspx?cat=151 

Un saludo!    

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